Quitando los datos numéricos se ha comprobado que ha ganado por mayoría absoluta la CORRUPCION.
Han perdido todos los españoles: Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Canarias, Castilla León, Castilla la Mancha, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco, Rioja, Valencia y ……… por supuesto Portugal.
En vez de luchar por un proyecto maravilloso como el propuesto por el fallecido Saramago, Iberia, vamos embalados hacia YO A LO MIO en un mundo cada vez más masificado y más insolidario.
Nos quedaremos una España enfrentada a si misma, en cada autonomía, en cada ciudad, en cada pueblo, en cada individuo. En una España de boca grande heredera del Nacional Catolicismo Franquista. En una España cada vez más cateta con una Educación, Sanidad y Justicia cutres.
Han ganado los de siempre: los que convocaron y los que «reprimieron» las elecciones y que son los más imputados.
Totalmente de acuerdo
El italiano Pino Aprile ha escrito:
Toda forma de organización social (monarquía, democracia, dictadura,…) trabaja contra la inteligencia y sus manifestaciones. El poder de una organización social humana es tanto más fuerte cuanto mayor es la cantidad de inteligencia que consigue destruir.
Los tontos consiguen ejercer una profunda influencia. Un político tonto puede conseguir atraer a las masas y NO se le percibe como un peligro.
En la democracia, cada cabeza vale un voto, incluída cada cabeza hueca. El “hombre masa” de la sociedad industrial moderna está educado en deseos que le han sido impuestos por sistemas de condicionamiento muy eficaces, y se le disuade de pensar. En la universidad los estudiantes sólo absorben nociones sencillas, no ejercitan la inteligencia ni el espíritu crítico. La escuela, de hecho, es un poderoso instrumento para nivelar las facultades intelectuales a la baja, es una carnicería del talento para tolerar sólo comportamientos socialmente aceptables.
Según la Tercera Ley de la Estupidez Humana de Carlo M. Cipolla, una proporción Φ de los votantes son estúpidos, y las elecciones les brindan una magnífica oportunidad de perjudicar a todos los demás sin obtener ningún beneficio a cambio. Así, las elecciones son un instrumento de gran eficacia para mantener en el poder a una fracción Φ de estúpidos, consiguiendo así que la sociedad se empobrezca. En una sociedad en declive, los miembros estúpidos se vuelven más activos y adquieren más poder, al mismo tiempo que los malvados con un alto porcentaje de estupidez proliferan. Crece también el número de incautos, y todo este conjunto de mutaciones pueden destruir un país.